enero 24, 2009

stranger cold

Desesperado iba caminando, lento, muy lento
hasta que me tope con un pequeño gato negro, me miraba fijo, como yo a el
segui mi camino y el triste gato seguia mis pasos sigilosos, como los de el
sin darme cuenta, en un momento era yo quien lo seguia, simplemente no lo perdi de vista.
Hacia mucho frio, no sentia las manos, pero mi tristeza me rogaba seguir hasta que el gato se detuviera
asi fue, lo segui durante horas, hasta llegar a un pequeño parque, entramos y el gato se detuvo a un costado de un gran arbol del cual sobresalian sus raices.
Empezo a bordearlo hasta que llego a una gran raiz, justo entre el espacio de la raiz y el suelo habia un pequeño gato, yacia muerto e inerte, tan frio como aquella noche
esa tarde, estuvimos los tres, esperando nada, solo intentando borrar aquella tristeza de nuestros rostros.